Me ha pasado, le pasa a mis amigas, cada vez que lo menciono en una presentación o un taller una o dos chicas admiten que se han sentido así alguna vez. El término se usó por primera vez en 1978, en un artículo publicado por las psicólogas Pauline Lance y Suzanne Imes donde analizan a mujeres que, pese a sus logros académicos y profesionales, siguen sin creer en sí mismas. Mujeres con la sensación de que todo lo logrado anteriormente fue un engaño, y que tarde o temprano alguien descubrirá el fraude.
Me desconcierta que me siga ocurriendo incluso cuando entiendo en qué consiste y cómo actúa en mí. Me repito que el patriarcado nos ha enseñado a quedarnos calladas, a desaparecer ante la vista de los demás, a decir que sí para no incomodar, incluso cuando queremos decir no. De todas formas, regresa: estoy a punto de hablar en público y me hormiguean las manos de los nervios, no me decido a empezar un proyecto de escritura que tengo en mente porque no sé si lograré que sea una obra decente, bien hecha; me ha pasado que, en una conversación grupal, tengo en la punta de la lengua la respuesta a una pregunta que flota en el aire, pero me quedo callada porque no sé si sea una tontería. Todavía, a veces, pienso algo y lo descalifico antes de dejarlo salir de mi boca.
No sé si haya manera rápida y eficaz de desaprender los buenos modales, quitarse los hábitos mentales que no solo aprendimos en casa y en la escuela, sino que se refuerzan una y otra vez, cada vez que alguien nos quita la palabra, nos corrige a media oración, o asume que tenemos la obligación de complacerle, de aceptar las condiciones que nos impone su presencia.
Pero hay algo de lo que estoy segura: leer a otras escritoras, conocer sus procesos creativos, en particular los momentos en donde dudaron de sí mismas cuando su brillantez era evidente, me da cierta sensación de compañía, me ayuda a meterme en la cabeza que el problema no soy yo. Con esta idea, quisiera compartirte tres citas: de un artículo sobre Inés Arredondo, una entrevista a Josefina Vicens y una carta de Rosario Castellanos. Hablan de un taller de escritura, del proceso de publicación de un libro, de una escritora ya publicada y premiada que no creía en sí misma. Pienso que quizá conocer sus historias pueda brindarte alivio en algún momento donde las cosas parezcan no funcionar del todo.
Me gusta conocer a las creadoras a través de su archivo e intentar imaginarlas no solo como profesionales, sino también como personas humanas: en su complejidad, en sus contradicciones, en los momentos en que fueron vulnerables. Las admiro todavía más cuando sé a pesar de todo continuaron escribiendo y publicando.
Inés Arredondo
Uno de sus compañeros en el Centro Mexicano de Escritores comparte la siguiente anécdota: como parte de la beca, asistían todos los becarios a un taller donde cada uno debía leer un texto de su autoría. Las críticas eran feroces. Inés Arredondo se negó a participar durante varias sesiones, hasta que fue la única del grupo que tenía pendiente leer. El día que el tallerista la increpó, salió muy exaltada del lugar. Cerca de la avenida Reforma, su amigo le preguntó por qué tenía tanto miedo de participar.
“¿Qué no me oyes?”, preguntó casi con violencia. “¿Qué no oyes esta amanerada manera de hablar culishi que tengo? Mushoo gusto dijo la mushasha”.
Yo me empecé a reír a carcajadas.
“¿Y qué tiene? Eres de Culiacán”.
“Que soy muy soberbia. Eso es lo que tiene y ustedes son como una jauría rabiosa y me van a hacer pedazos”.
Yo seguía riéndome.
“¿Y qué? Yo ya leí y todos me hicieron pedazos como jauría”.
“Pero tú eres muy joven y quieres escribir obras de teatro y no escribes cuentos. Y hablas como shilango… ay”, gritó. “¿Ves? Shilango. Voy a renunciar a la beca”.
Pero no renunció a la beca. El cuento que llevó a la siguiente sesión, «La señal», dejó a todos boquiabiertos. Esto no fue exactamente un triunfo para ella. Cuando conversó con su amigo esa misma tarde, estaba más preocupada porque alguien se hubiera dado cuenta de su manera de hablar. Descartó los elogios de sus compañeros, apenas y les prestó atención.
En «Vida y muerte de Inés Arredondo», de Miguel Sabido.
Josefina Vicens
En 1958, la editorial Compañía General de Ediciones (fundada por el español Giménez Siles) publicó El libro vacío. Apareció de milagro porque Vicens se retorcía las manos de angustia ante su inminente publicación. Pidió las primeras galeras, las corrigió en forma despiadada; luego pidió segundas y como atención especial se las dieron pero cuando pidió las terceras el editor le dijo: “Señora Vicens, esto es plomo, son tablas de plomo; cada vez que usted nos cambia una palabra a nosotros nos cuesta dinero. No puede usted corregir su libro con esta ferocidad”. Sin embargo, ella encontró la manera de ir a la imprenta sin que lo supiera el editor, hacerse amiga de un corrector y aguardarlo a las cinco de la madrugada. Este, viendo su desesperación le dio las pruebas una vez, dos, pero a la tercera la paró en seco: “Mire, no se las doy porque no quiera sino porque si usted se empeña en seguir corrigiendo su libro se le va a secar”.
Fue cuando finalmente soltó su obra y permitió que se imprimiera la edición impecable que conocemos.
En «Entrevista a Josefina Vicens: A dos libros de la inmortalidad», de Elena Poniatowska.
Rosario Castellanos:
Me doy cuenta de que lo único que estoy haciendo es sacar el bulto a mi verdadero problema, al que me tengo que enfrentar ahora sin ningún paliativo y sin ningún pretexto: ¿soy o no soy una escritora? ¿Puedo escribir? ¿Qué? Como preparar las clases me lleva mucho tiempo, voy a dedicar los fines de semana a eso, en serio. A ver qué pasa. Si no lo soy no me voy a morir por eso.
Cuando escribió esta carta, Rosario Castellanos había publicado dos novelas, dos libros de cuentos, ocho poemarios. Había ganado, además, el Premio Villarrutia y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.
En Cartas a Ricardo, recientemente publicada una nueva edición en la Colección Vindictas de la DGP UNAM.
➤Mancias
Del lat. -mantīa, y este del gr. -μαντεία -manteía.
1. elem. compos. Significa 'adivinación', 'práctica de predecir
Después de años de distanciamiento tras el desencanto con ciertos intérpretes, sobre todo hombres, blancos, etcétera, he vuelto a leer el Tarot, ahora con una baraja que me presentó una amiga, Angie Sasaki. Se llama Motherpeace Round Tarot, es de Karen Vogel y Vicki Noble. Estos naipes hacen una reinterpretación ecofeminista de los arcanos mayores y menores.
Ayer, preparándome para hacer una lectura, revisé mi biblioteca y me deshice de un par de libros sobre el Tarot con interpretaciones demasiado moralistas, que si leemos con atención notamos que provienen de un machismo velado, como suele ocurrir en algunos círculos místicos. Me quedé solamente con el Diccionario de Símbolos de Alain Gheerbrant y Jean Chevalier. Es maravilloso. Quizá en algún otra entrega te cuente más de él y te muestre algunas definiciones.
Me da curiosidad, ¿tú consultas algún oráculo? ¿acudes a alguien más para las lecturas o las haces tu misma? ¿te apoyas en algún libro en particular para interpretarlo?
➤Eventos en septiembre

Este mes tendré varias presentaciones dentro de México. Te comparto la lista de eventos. Si estás en alguna de estas ciudades pero no puedes asistir, me ayudas mucho pasando la voz a tus amistades o a cualquier persona que pienses que le puede interesar.
Irapuato
3 de septiembre. 17:30 hrs. Presentación de libro. Biblioteca Pública Benito Juárez. Presenta: Tablero de Damas.
Morelia
4 y 5 de septiembre. 16:00-19:00 hrs. Taller. Gestiona: Librería Traspatio. Sede: Flor y Canto.
5 de septiembre. 19:00 hrs. Presentación de libro. Librería Traspatio. Presentan: Perla Vázquez y Natalia Reza.
Querétaro
6 de septiembre. Hay Festival. 18:00 hrs. Presentación de libro. Centro Cultural Comunitario Carrillo Puerto.Presenta: Margarita Aguilar.
8 de septiembre. Hay Festival. 10.30 hrs. Conversación con Marina Perezagua y Elvira Liceaga. Patio de la Delegación del Centro Histórico.
Monterrey
27 de septiembre. 16:00-18:30 hrs. Taller: “¿Por dónde empiezo?”. Gestiona: Morras leyendo morras. Sede:Librería Punto y Coma.
27 de septiembre. 19:00 hrs. Charla sobre Intimidad y Escritura con Brenda Trejo. Librería Liminal.
28 de septiembre. Feria Internacional del Libro de Monterrey. 15:00 hrs. Presentación de libro. Cintermex. Auditorio G. Presenta: Ale Medina.
Puedes ver más información sobre los eventos en este link. Cualquier duda, puedes escribirme en respuesta a este correo o en la sección de comentarios del post.
Muchas gracias por leerme, tqm. Seguimos al habla.
¡Me ha encantado este texto! Obviamente fui de inmediato a leer el cuento que escribió Inés y ahora me queda la duda... ¿Tienes versión digital de tu libro? ¿Cómo lo puedo conseguir? Me gustaría mucho leerte.
Es muy común que esté luchando constantemente con el síndrome de la impostora. Sobre todo con la escritura. Gracias por compartirnos tu propia experiencia y las de tremendas escritoras. Este oráculo que tienes es muy hermoso! Una amiga me hizo una lectura a principios del año pasado justo con ese mazo. ¡Un abrazo!